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Mostrando entradas de 2022

Bosque Vertical de Milán: Bosque Vital

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En abril de 2007, el arquitecto Stefano Boeri (Milán, 1956) viajó a Dubái. De la capital emiratí dijo que se trataba de una «ciudad mineral, hecha de decenas de nuevas torres y rascacielos, todos revestidos de vidrio, cerámica o metal, todos ellos reflejando la luz solar y por tanto generando calor en el aire y sobre todo en el suelo, habitado por los peatones». A partir de entonces tuvo clara la idea: proyectaría «dos torres revestidas no de vidrio, sino de hojas [...] de vida». Cuando decidimos ir a Milán, Italia, a principios de este año sabíamos que el  Bosco Verticale era una de nuestras citas imprescindibles, que no nos lo perderíamos ni aunque diluviase, y de hecho fuimos paraguas en mano en uno de los días más lluviosos de los últimos meses según el servicial taxista que nos llevaría horas después al aeropuerto. Y no nos decepcionó: sus dos torres, de 80 y 112 metros, albergan 480 árboles grandes y medianos, 300 árboles pequeños, 11.000 plantas y 5.000 arbustos, el equivalente,

Senderismo en Los Bosques de Viena. Wiener Stadtwanderweg 2. Hermannskogel.

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“Los bosques preceden a las civilizaciones, los desiertos las siguen” dijo Chateaubriand. Tras pasar un día en esta maravilla, a uno se le diluye el pesimismo del escritor francés, recobra fuerzas, piensa que no todo esta perdido, agradece. Hablo de los Bosques de Viena (Wienerwald, en alemán): más de 1000 km² de colinas boscosas, entre los Alpes más septentrionales y los Cárpatos, que llegan hasta la capital austríaca. Poblados desde tiempos de los Ávaros en el siglo VIII, despertaron la fascinación y el miedo a criaturas fantásticas en la edad media, fueron reserva real de caza, terreno para la silvicultura, y sirvieron de inspiración a Strauss para crear su famoso vals “Cuentos de los Bosques de Viena”.  En 2006 fueron declarados Reserva de la Biosfera, con 2.000 tipos de plantas y más de 100 especies de animales amenazados. Un lugar imprescindible para vieneses y viajeros con 14 rutas de senderismo muy bien señalizadas y accesibles a través de una completa y eficiente red de transp

Beethoven Vs. Napoleón

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Octubre de 1805, el ejército francés derrota al austríaco en la batalla de Ulm y marcha a lo largo del Danubio. Napoleón ha invadido Viena, ciudad que bombardearía cuatro años después, con el resultado de más de 40.000 bajas entre ambas filas. «¡Tambores, cañones, miseria humana de toda especie!» se lamentaba un músico, protegiendo sus ya maltrechos oídos de la destrucción provocada por la temible artillería francesa. Se trataba de Ludwig Van Beethoven que residía en la ciudad a la que había acudido décadas antes para ser discípulo de Haydn. Pero no siempre fue así la relación entre el compositor y el emperador. Van Beethoven creía en 1804 que el proyecto político del corso iba a consistir en superar las desigualdades entre las clases altas y las trabajadoras propias del Antiguo Régimen. El músico le dedicó, inspirado por sus triunfos militares, su ‘Tercera Sinfonía en mi bemol’, más conocida como “la Eroica”, en italiano. Incluso llegó a escribir que la pieza la había compuesto «para

Muestreo de Clorofilas (IEO)

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Aprende con este vídeo cómo se toman las muestras de agua de mar a distinta profundidad para la determinación de la concentración de clorofila. Grabado en una de las campañas RADMED de monitorización ambiental en el Mediterráneo español del Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC)

Muestreo de zooplancton (IEO)

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Aprende con nosotros cómo se toman muestras para la determinación de la abundancia y composición de las comunidades de zooplancton. Grabado en una de las campañas RADMED de monitorización ambiental en el Mediterráneo español del Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC) .

La roseta oceanográfica (IEO)

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Solo dos minutos, un pedacito de mi vida en el mar del último año y medio. Hoy, en este vídeo grabado durante una de las campañas RADMED del Grupo Mediterráneo de Cambio Climático del Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC) os presento a la roseta. Se trata de una herramienta más de esa ciencia silenciosa que nos permite tomar buenas decisiones, tan útil para el presente y para el futuro, tan imprescindible.

Una forma de habitar el mundo

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Amanece en el puente, auténtico centro neurálgico de todo cuanto sucede en este barco: corazón, cerebro, alma. En esta nueva campaña de monitorización RADMED del Instituto Español de Oceanografía, el mismo mediterráneo que hace unos días nos sacudía con violencia es hoy una planicie de agua. En medio de la nada, en un punto intermedio entre la península y la isla de Menorca, encontramos ayer un resquicio de cobertura telefónica, ese milagro creado por este ser capaz de alumbrar el desastre y la maravilla. ¿Cómo estás? ¿Qué tal va todo? Te echo de menos. Pero eso ya es el pasado y la mar solo deja espacio para el presente. El mismo sol que nos da la vida comienza ya a imponer su dictadura de calor y pesadumbre. La roseta de botellas busca ya un fondo de más de 2000 m e incontable número de años. Mientras, en las pantallas del ordenador, empiezan a surgir líneas de colores que descienden, avanzan de manera temblorosa pero implacable. Temperatura, salinidad, oxígeno disuelto... Como un el

Nueva RADMED

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Hoy ya es el séptimo día que estamos a bordo del Francisco de Paula Navarro en una nueva campaña Radmed. El viejo buque del Instituto Español de Oceanografía - IEO vuelve a ser la casa durante algo menos de un mes de personas con procedencias, objetivos y maneras de entender la vida muy diversas. Siempre he dicho que el mar une todo aquello  que separan las fronteras, las identidades, los  apegos a imaginarios fragmentos de tierra. Ayer dejamos atrás el puerto de Barcelona y la ciudad condal es ya apenas un recuerdo lejano. Aquí el tiempo avanza de manera diferente a como lo hace en tierra, y se estira, se contrae, se retuerce manteniéndonos en una dimensión aparte, mientras quienes continúan allí siguen con su monótono trasiego de horas y de días. Hasta en eso impone la mar sus propias reglas. Tan solo falta que, al regresar, aquellos a quienes queremos hubiesen envejecido, permaneciendo nosotros igual de jóvenes que a nuestra partida, como en aquella desconcertante teoría del gemelo

La realidad es un mapa sin señales

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La realidad es un mapa sin señales. Uno camina, espera, retrocede, avanza, se equivoca, cae mil veces, se enamora, imagina. Como en un sendero o en un viaje, creemos tener claro el recorrido, el inicio, la llegada. A veces, porque en otras ocasiones nos limitamos a seguir las indicaciones, las señales que dejaron otros, sus huellas. Dejamos que asuma el mando un piloto llamado automático. Pero de una forma u otra vamos con los ojos vendados. La vida nos pone delante encrucijadas, se ramifica como un árbol viejo y sabio. ¿Cuál es el mejor camino? ¿Cuál la decisión correcta? Y hacemos crecer nuestra ilusión, seguimos a nuestro entusiasmo, miramos al futuro. "El destino es un precipicio en el cual caemos solo si lo miramos por demasiado tiempo" dejó escrito Blaga. Pero casi nunca escuchamos las advertencias de los escritores, porque la vida es muy corta, porque el presente apremia o porque somos muy tercos o muy inconscientes. Y caemos en un abismo hecho de  nieblas del pensamie

Cartagena: Sendero Azul

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“Jamás vi un paisaje tan asolado y agreste” escribió Hans Christian Andersen sobre Cartagena en su obra “Viaje por España” allá por 1862. El popular escritor danés hacía realidad su sueño de visitar un país que formaba parte de su imaginario desde niño y la histórica ciudad naval fue una de sus paradas. La Cartagena del siglo XXI poco tiene que ver con la de aquella España decimonónica deprimida tras décadas de guerras y atraso. Al contrario, a mí al menos me pareció una ciudad moderna cuyo no muy extenso casco histórico está cuidado con esmero y en la que se puede encontrar una oferta cultural de museos de gran interés. Pero pienso que, al igual que ocurre a las personas, también las ciudades a veces dejan entrever lo que fueron. Como si ese pasado quedase oculto en algún pliegue de su relieve, en algún rincón del tiempo, aprovechando cualquier momento para mostrarse, sin nadie saber muy bien cómo ni porqué. En ello pensaba cuando me situé frente a la chimenea de Peñarroya. En la lade

Afortunados

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Hace unos días tuvimos que regresar antes de lo previsto a Palma de Mallorca. La mar, que los marinos conocen igual que una mujer el rostro del hombre que ama según Balzac, no dejaba otra opción. Amenazaba intratable, sin dudas, sin contemplaciones. Un par de borrascas, una por el norte y otra por el sur del archipiélago, nos van a tener al menos 4 días atracados en el puerto de la ciudad que alabaron Chopin, Rubén Darío o Borges. Nuestros datos, nuestras mediciones, nuestra ciencia se quedan en nada cuando Poseidón así lo decide. Me lamentaba de ello cuando descolgué el teléfono para hablar con Pilar Jaén, una de esas pocas personas que con solo unas palabras te levanta el ánimo, te cambia la perspectiva de las cosas. Te mejora. Y hablamos de lo que tuvo que ser vivir una situación parecida para quienes nos precedieron. Aquellos marinos que recorrieron mares igual de traicioneros, igual de terribles, hace 100 o 200 años, como los de nuestra familia, los Jaén. En barcos de vela, constr

Un instante en el paraíso

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Termina un intenso día de trabajo en la campaña Radmed0422 cerca de Ibiza e incluso en alta mar nos llegan los ecos de la barbarie. Pienso en ello, en que tal vez todos deberíamos tener la oportunidad de mirar a la cara a este mar inmenso, de perder la vista más allá del horizonte. Quizá se diluirían en él los enemigos imaginarios, las afrentas, tanta identidad como arma arrojadiza, tanta patria mal entendida, tanta certeza mal digerida. Todo lo que alimenta a los monstruos y que ellos promueven en un círculo infinito de horror y muerte. A medio camino entre la fascinación y el miedo, tal vez sintiéramos el impulso de echarnos a un lado, de callar, de comprender nuestra finitud, nuestra fragilidad, y volver a lo que de verdad nos hace grandes. Mejorar, crecer, construir, amar. Puede que sea ingenuo, pero pienso que no se pierde nada por intentarlo, quien tenga la posibilidad de hacerlo, dejar por un momento las redes sociales, nuestras dinámicas, nuestros bandos, nuestras inercias. E i

La cañada del lobo

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Dijo Cézanne que el paisaje se vuelve humano, que se convierte en un ser viviente y pensante dentro de nosotros. Mirador privilegiado a las mejores vistas de la Costa pero también a sus heridas, sus excesos, a los anhelos de quienes la habitaron y habitan, en pocos lugares es esto tan cierto como en La Cañada del Lobo.  Esta es una de las rutas de senderismo más conocidas de la Costa del Sol. Se encuentra en la Sierra de Torremolinos aunque comienza muy cerca del Cementerio Nuevo de Arroyo de la Miel, localidad que pertenece al municipio de Benalmádena.  Nosotros cogimos el bus desde Málaga al municipio torremolinense (M-110) y desde allí otro que nos llevó al inicio de la ruta, a Santángelo (M-124, la penúltima parada). Este se encuentra muy bien señalizado, existiendo un cartel que indica la dirección hacia el antiguo albergue de la Cañada del lobo junto a paneles informativos acerca de qué ver en la zona. Ya desde el principio del recorrido se hace notar su pendiente que es práctica