Tren a Sóller
El 16 de abril de 1912 los diarios sacudían la mañana con sus dosis de tragedia y muerte. El “insumergible” Titanic había desaparecido bajo las aguas del Atlántico causando gran número de víctimas. Le fue mejor a Harriet Quimby que se convertía en la primera mujer en cruzar en avión el canal de la Mancha. Ese día fue martes. Morían en Afganistán los peones del tablero de británicos y rusos. Se incubaba una guerra en Europa. Daban sus primeros pasos nuestros abuelos, tal vez. En España gobernaba Canalejas. Se encontraban los amantes, ajenos a la gran pandemia que llegaría años más tarde. Ese mismo día en un lugar remoto de la isla de Mallorca se inauguraba oficialmente una línea de ferrocarril que uniría la pujante ciudad de Sóller con la capital, Palma. Comunicación que, hasta ese momento, solo era posible mediante diligencias que salvaran los desniveles de la Tramuntana, con sus carreteras de tierra, empinadas y estrechas. Más de un siglo después, ajenos a esa noria, ...