Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como Tenerife

Isla de Tenerife III. La Laguna.

Imagen
Aquellos que defienden que el progreso sólo puede ser hijo de la piqueta, de un urbanismo desenfrenado o de un turismo masivo; quienes ven el pasado como un testigo incómodo deberían visitar San Cristobal de la Laguna en Tenerife.  Dice la UNESCO, que le dió el sello de Patrimonio de la Humanidad, que se trata de un “ejemplo único de ciudad colonial no amurallada”. Sus calles conservan el trazado del siglo XV practicamente intacto (y eso sí que es único). En ellas  puede uno perderse sin sobresaltos, con un turismo amable, que no agrede, con un urbanismo que ha respetado, restaurado y mimado uno por uno edificios que son auténticas joyas, con sus muros de piedra, sus balcones y cierros de madera, igual que hace siglos. Y no por ello es una ciudad sin vida ni se ha quedado atrás en el avance de los tiempos, como lo demuestran sus comercios, sus bares de tapas, sus pubs y sobre todo sus gentes, en su mayoría tan alegres y atentas como las de cualquier otro sitio. Bueno, cierto encanto

Isla de Tenerife II. Aloe arborescens.

Imagen
“Con gran asombro descubrió que el césped tenía 7 metros de altura y cuando cruzó un trigal vio espigas de 9 metros. 'Debo estar en un país de gigantes', pensó.” Los viajes de Gulliver Así, como el personaje de la inmortal obra de Swift, puede sentirse uno cuando descubre este imponente ejemplar de Aloe en el fantástico Jardín Botánico de La Orotava, en la isla de Tenerife. Diminuto, minúsculo, pero a la vez fascinado ante una planta a la que acostumbramos  a ver raramente por encima de nuestras rodillas. Aloe, del que normalmente se conoce a la especie Vera por sus propiedades curativas, es un género de plantas suculentas, lo que quiere decir que están adaptadas a acumular agua para hacer frente a la sequía. Ningún aloe es autóctono, ninguno pertenece a la flora de nuestra región mediterránea, aunque se hayan hecho tan familiares. Todos provienen de Oriente próximo, Madagascar y sobre todo de África, de sus tierras secas, áridas, agrestes, como este gigante que

Isla de Tenerife I. Teide.

Imagen
En las siguientes entradas narro algunas de las muy interesantes experiencias vividas en mi viaje por la isla de Tenerife: el mítico Teide, el Jardín de aclimatación de La Orotava y San Cristobal de La Laguna.   Cuando llegamos allí, una extensa cola de turistas, la mayoría de ellos extranjeros, guardaba su turno para subir al teleférico bajo un sol que quemaba las esperas. La cotidianeidad nos teje, diariamente, una telaraña en los ojos, dijo Girondo. Pero resulta que hay quien ama a los insectos y a sus artificios y detesta la impostura de lo comercial y del espectáculo. De ese modo, entre los turistas, comenzamos a andar, cómo no, en dirección contraria.  Hay quien, ante tal  paisaje, solo ve desierto. Nosotros vimos maravillas. El Teide es un cono gigantesco, un estratovolcán originado por innumerables y sucesivas erupciones, cuyos materiales rocosos han ido superponiéndose a lo largo de los siglos. El Teide es un paraíso surgido de un cielo volcánico. Parque Nacional, patr