Castillo de Bellver y senderos
Aquella mañana la bahía de Palma era una chispeante bandeja de agua, un tranquilo pero alegre juego de luces de un sol perezoso, una colección de embarcaciones de todo tipo puestas en fila como esperando turno. "Bellver" (Bella vista en catalán antiguo) se llamaba el castillo que íbamos a ver. Y entendimos por qué. Era temprano, habíamos decidido la noche anterior que nos levantaríamos a primera hora para evitar el calor extremo y así lo hicimos. Palma era una brisa ligera y agradable, un oasis en el verano más cálido desde que hay registros. Era temprano, sí, tanto que el Castillo de Bellver aún estaba cerrado. Para llegar hasta allí se pueden seguir varios senderos, el que entra por el parque de Sa Teulera, el del Polvorín, el camino de los prisioneros, el de la Bruja Juana o el de las canteras, en cuya base se encuentran las instalaciones de la Policía Montada del parque. Y en ese entramado de caminos, rampas y pendientes podremos encontrar también un parque infantil, un