La realidad es un mapa sin señales
La realidad es un mapa sin señales. Uno camina, espera, retrocede, avanza, se equivoca, cae mil veces, se enamora, imagina. Como en un sendero o en un viaje, creemos tener claro el recorrido, el inicio, la llegada. A veces, porque en otras ocasiones nos limitamos a seguir las indicaciones, las señales que dejaron otros, sus huellas. Dejamos que asuma el mando un piloto llamado automático. Pero de una forma u otra vamos con los ojos vendados. La vida nos pone delante encrucijadas, se ramifica como un árbol viejo y sabio. ¿Cuál es el mejor camino? ¿Cuál la decisión correcta? Y hacemos crecer nuestra ilusión, seguimos a nuestro entusiasmo, miramos al futuro. "El destino es un precipicio en el cual caemos solo si lo miramos por demasiado tiempo" dejó escrito Blaga. Pero casi nunca escuchamos las advertencias de los escritores, porque la vida es muy corta, porque el presente apremia o porque somos muy tercos o muy inconscientes. Y caemos en un abismo hecho de nieblas del pensamie