Los Signos del Ocho.



Hoy sale a la venta mi nueva novela “Los signos del ocho”, publicada con el sello de Éride Ediciones.  En los próximos días irá llegando a las librerías.

Cada vez tengo más claro que publicar conlleva una enorme responsabilidad. Era José Luis Sampedro quien decía que el oro no vale nada comparado con el tiempo, que este es lo más valioso que tenemos. Mi grado de exigencia con lo que hago se dispara cuando pienso en el tiempo de cada uno de los que vais a leerme. De otra forma sería peor que un ladrón de dinero, porque este puede recuperarse.

Ahora, con la publicación de mi segunda novela, siento más de cerca el vértigo y el deseo de que tantísimas horas empleadas en revisar cada párrafo, cada frase, cada coma, para dotarlas de la máxima calidad e interés que me son posibles, hayan valido la pena.
“Los signos del ocho” trata sobre la identidad, la libertad y el poder, sobre personajes que devoran las tardes de una sociedad en crisis en rompeolas que se desvanecen. Personajes que encuentran en la naturaleza, el humor, la amistad o el sexo antídotos necesarios ante este mundo con dientes de piqueta que nos ha tocado vivir.

La trama se desarrolla en las playas malagueñas del Balneario de los baños del Carmen y, aunque ficticia, tiene con la realidad el común denominador de mostrar un enclave de importante valor ambiental que lleva décadas siendo maltratado por los intereses especulativos de unos y por la desidia de otros.

Me decía el otro día un buen amigo que los libros se defienden solos, que el trabajo ya está hecho. Sabia reflexión en un mundillo como este en el que los autores a veces hablamos demasiado y en el que abundan los foros de discusiones cainitas que no llevan a ninguna parte. Tan sólo dar las gracias a todos los que habéis apoyado este proyecto que ha podido ver la luz en unos tiempos tan difíciles y a Éride ediciones por la confianza y el buen hacer mostrados.

Por eso ya me despido, dando las gracias a todos los que habéis apoyado este proyecto que ha podido ver la luz en unos tiempos tan difíciles y a Éride ediciones por la confianza y el buen hacer mostrados y  deseando que disfrutéis de esos signos que susurran que, como el 8, somos únicos, auténticos, irrepetibles, sorprendentes... Igual que un infinito que como tal se desconoce.

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