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Mostrando las entradas etiquetadas como Senderismo

Castillo de Álora: El pasado todo entero.

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Dijo Bergson que no pensamos más que con una pequeña parte de nuestro pasado; pero que es con nuestro pasado todo entero como deseamos, queremos o actuamos. Y lo recordé mientras me perdía entre los recovecos fenicios, romanos, árabes y cristianos del castillo de Álora, una joya inexplicablemente olvidada por los planes turísticos, a menos de 40 minutos de la ciudad de Málaga. Metáfora de las idas y venidas de la historia, al adentrarme en su alma de piedra, al subir a sus torres, pude sentir el origen, el germen fenicio de nuestras civilizaciones, los pasos de aquellos que encontraron en el cerro el lugar propicio para su asentamiento. El trasiego de los visigodos, siglos después, levantaron la fortaleza de las ruinas que encontraron; tras ellos, la devastación de los vándalos; el esplendor de los árabes en el siglo X lo reconstruirían tal y como lo conocemos (aunque apenas se conserve un arco de herradura, único, eso sí, en Occidente), antes del asedio y posterior conquista cr

Peñón de Salobreña - Mirador de Enrique Morente

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"La libertad es el arte de vivir." Esta frase del cantaor granadino Enrique Morente acompaña al monumento con forma de silueta dedicado a su figura que corona uno de los miradores más espectaculares que tiene Salobreña. Pero no es allí, en la cumbre del gran roquedo, a pocos metros del castillo árabe del siglo X, donde comienza la ruta que vamos a ver hoy, sino abajo, en las aguas, las mismas que baten otro promontorio: el Peñón. Comenzamos. Fue hasta hace unos siglos un islote, tuvo una importancia estratégica desde el punto de vista militar, lugar de culto para los púnicos y, entre sus recovecos, se han encontrado piezas de cerámica de épocas tan remotas como el neolítico, la edad del bronce o de la del cobre. Toda una joya que será nuestro punto de partida para comenzar a andar en dirección oeste, camino en el que al otro lado del mar no veremos grandes urbanizaciones, ni instalaciones hoteleras que provocan el irreparable impacto en el paisaje como en otras loca

Castillo de Salobreña - El Caletón II

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Descendemos de nuevo desde el Castillo hasta la Calle Cristo, momento que aprovechamos para comer algo y reponer fuerzas antes de iniciar el camino hacia la playa. Lo decimos siempre, aprovecho y lo digo ya: evitad este tipo de caminatas los días de calor extremo y siempre, por favor, calzado cómodo, protección solar y mucha agua. El senderismo es salud o no es nada. Porque para llegar a La Caleta, lugar en el que están las calas d e El Caletón, El Pargo o El Cambrón hay que atravesar aproximadamente 1 hora de carretera por tierras de cultivo, una carretera en la que no hay prácticamente espacio para el peatón, con lo que es necesario extremar las precauciones. Al final de esta aparecen las instalaciones de lo que era la fábrica azucarera que durante décadas fue la base de la economía de los salobreñeros. Lo que viene a continuación es increíble. Tras un estrecho pero breve paseo de piedra bordeando la costa, se descubre El Caletón, una cala tranquila, solitaria, con apenas cuatr

Castillo de Salobreña - El Caletón I

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Lo reconozco. Cuando se trata de naturaleza, de senderos, de Historia, podría estar caminando el día entero, como un autómata, y casi no me daría cuenta. Tan solo en el momento de la llegada, mi cuerpo se percataría de lo recorrido ¿Por qué cuento esto? Porque la ruta que vamos a ver a continuación son en realidad dos, pero no pudimos resistirnos a hacerlas una tras otra, en el mismo día. Son más horas, más kilómetros, más desnive les seguidos, pero merece mucho la pena. Vimos paisajes increíbles, vistas espectaculares, y en enclaves muy distintos: un castillo árabe del siglo X perfectamente conservado, encaramado en lo más alto de un enorme roquedo; un casco urbano laberíntico de calles empinadas y estrechas y casas encaladas; acantilados abruptos con calas recónditas de la Red Natura 2000 en las que apenas caben una decena de personas. Hablo de Salobreña, un municipio de la Costa Tropical granadina que yo definiría como una perla por descubrir, con un potencial que hace difícil

Reserva Natural Concertada Charca de Suárez

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Según Baudelaire, lo inesperado, la sorpresa, forman parte de la esencia de lo bello. Y es lo que pasa cuando uno busca la Reserva Natural Concertada Charca de Suárez, y se pierde entre altos edificios de urbanizaciones de verano; piensa en cruzar, pero no, al otro lado está la playa; y se pregunta si, tal vez, se equivocaron el conductor del autobus o los mapas. Es en el momento en el que se descubre el cartel, el encargado abre la verja y, tras una explicación de éste, ech a uno a andar, cuando mejor se comprende que la belleza es siempre mayor cuando menos se la espera. Este espacio protegido situado en Motril está considerado como el humedal más importante de la Costa de Granada y un punto estratégico de descanso en época de migraciones para la avifauna. En él se han identificado más de 160 especies de aves, entre ellas 51 consideradas amenazadas como la espectacular garza imperial, el martinete común, la garcilla cangrejera y, atención, una de las aves que se encuentran más

Gualchos - La Rijana

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Un bello pueblo blanco que se mantiene casi igual desde hace siglos, inmejorables vistas de la costa, cuestas y barrancos del mejor monte mediterráneo, una cala de aguas cristalinas de la Red Natura 2000 y hasta una torre nazarí sobre un yacimiento romano. Todo ello a escasos minutos de los cláxones y el asfalto. Es la no muy conocida ruta de Gualchos a la cala de La Rijana. España es el país europeo con mayor biodiversidad y la provincia más biodiversa es Granada. Poco en común tienen las cumbres blancas de Sierra Nevada, los cañones y el monte mediterráneo de las Sierras Tejeda, Almijara y Alhama o los acantilados de parajes como el de Maro-Cerro Gordo o de calas que, enhorabuena a los granadinos, se han sabido conservar a lo largo de buena parte del litoral. La ruta comienza en Gualchos. Avisar de que no hay autobus, pero que, para aquel que quiera desarrollar un turismo con menos emisiones y no llevar vehículo propio, existe un servicio de taxi desde el núcleo costero de Caste

Un turismo con menos emisiones

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Defiendo desde hace tiempo (y sé que es algo con lo que muchos no estaréis de acuerdo) que, salvo casos concretos debido a cuestiones, por ejemplo, laborales o de salud, se puede vivir perfectamente sin automóvil propio con una buena calidad de vida. María Dolores y yo nos pasamos el año haciendo rutas por numerosos espacios naturales. Ninguno de los dos tenemos coche. Siempre hemos ajustado nuestros horarios a los del transporte público y eso nunca ha supuesto ningún problem a. La supuesta falta de libertad que normalmente se argumenta como el principal inconveniente de este modo de vida no ha sido para nosotros otra cosa que una continua reestructuración de tiempos y recorridos. En esta ocasión fue distinto. Estábamos alojados en Castell de Ferro, el núcleo costero de Gualchos, pueblo de interior que teníamos que ver y en el que comienza la ruta de la que hablaré mañana y que conecta esta villa con la fantástica cala de "La Rijana". Pues bien, ni existe bus que conect

Liquen

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Siempre me han parecido fascinantes los líquenes, con sus ráfagas de color cubriendo el lienzo seco de las cortezas, génesis de una segunda piel. Como pintores de la naturaleza, como geniales grafiteros que tiñen de arte los grises muros que habitan las ciudades. Normalmente se les asocia con lugares umbríos, cubiertos de lluvia y sombras, con las bellas y húmedas tierras del norte de España, con recónditos bosques. Pero resulta que podemos encontrarlos en los montes  de Colmenar, a poco menos de 30 km de la ciudad de Málaga. Dijo Cortazar, que la felicidad para él tenía un aire como de unicornio o isla, de caída interminable en la inamovilidad. Y yo podría pasarme horas contemplando inmóvil semejantes unicornios. Y sería completamente feliz. Los líquenes están formados por la unión simbiótica entre un alga y un hongo, en uno de esos malabares con los que la evolución deslumbra el corazón de los hombres, en una pirueta acrobática directa al talón de aquiles de lo lógico y de lo p

La Molina (Colmenar)

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Cuando llegamos a Colmenar dispuestos a hacer la ruta (una de las señalizadas recientemente y que podemos encontrar en la web del municipio) nos dijeron que en esos caminos poco había que ver. Pero como dijo Saint-Exupery, lo esencial es invisible a los ojos. Y a eso nos dispusimos, a desentrañar invisibilidades. Colmenar, a poco menos de 30 km de la ciudad de Málaga, es vía de entrada y escaparate de los valores de la Axarquía. Olivos centenarios, cortijos antiquísimos, algunos abandonados y otros aún con actividad, y plantaciones inacabables, forman junto a una naturaleza oculta pero fascinante, las señas de identidad del recorrido. La ruta comienza justo detrás de la ermita si llegas desde el pueblo, en el carril izquierdo teniendo ésta a la espalda. No está muy claro, por eso le tuvimos que preguntar a un par de agentes de policía que nos atendieron amablemente. El tajo del hornillo, Sierra Prieta, Hundidero son un impresionante telón de fondo axárquico durante el camino. Un m

Sendero Torre de Cerro Gordo

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Cabras montesas saltando los riscos de un fantástico monte mediterráneo, torres vigías del siglo XVII perfectamente conservadas, playas de aguas cristalinas en las que pueden observarse peces sin salir de la orilla... Y todo ello a unos minutos de la civilización. En pocos lugares de Europa es imaginable algo así. Es el Paraje Natural de los Acantilados de Maro-Cerro Gordo. España es el país europeo con mayor biodiversidad y fiel representación de ello es el tesoro que tenemos entre las provincias de Málaga y Granada. Si en otra ocasión os hablé del lado oeste (Maro), hoy quiero hacerlo del este (Cerro Gordo). Deciros que las fotos que comparto aquí no son resultado de horas de observación ni producto de sofisticadas cámaras. Al contrario, están al alcance de todo aquel dispuesto a olvidar el soniquete de los smartphones, a hacerse uno con la naturaleza, a hablar su propio lenguaje. Un sendero corto nos llevó a la torre vigía de Cerro Gordo. Se construyó hace unos cuatro siglos pa